sábado, 22 de septiembre de 2012

Museo de interpretación de las murallas de Pamplona

El verano pasado, y con la intención de aprovechar las vacaciones, hice una escapada a Navarra con mi pareja. Como todo wargamer que se valga, la llevé a ver el conjunto arquitectónico formado por la ciudadela y las murallas de Pamplona, de las que tanto he oído hablar.
En una serie de entradas que comienzo hoy querría detallar los puntos más importantes de esta visita,que me dejó anonadado. No solo conservan buena parte de las fortificaciones, sino que las han integrado en la ciudad en forma de parques y espacios abiertos para el uso y disfrute de los pamploneses. Espero que en un futuro más ciudades tomen nota, porque me dejó un buen sabor de boca.
El museo al que me refiero en esta entrada está instalado dentro del fortín de San Bartolomé, que fue reconstruído y acondicionado como museo en el 2011.




Situado al final del parque de la medialuna, entre el ascensor urbano y la pasarela peatonal sobre la cuesta de Labrit. Su acceso andando desde el centro de la ciudad es cuestión de minutos, y la visita completa no lleva más de un par de horas, por lo que no es necesario planificar con demasiado tiempo. La accesibilidad al centro es completa y además...¡en Agosto se está fresco! No se puede pedir más.
Las instalaciones están repartidas entre varias casamatas en el interior del fortín, que incluyen un punto de información, lavabos y varias salas de exposiciones.
Este punto de información sirve también como taquilla y cuenta con un pequeño punto de venta en el que se pueden comprar, además de las clásicas publicaciones generalistas para turistas, varias publicaciones especializadas que tratan sobre fortificaciones bastante interesantes.
En el resto de salas contamos con una serie de exposiciones que muestran la historia de las fortificaciones , el armamento y la visa cotidiana asociada al sistema defensivo de la capital navarra. Dentro de cada sala contamos con paneles explicativos y vídeos con pequeños reportajes sobre cada tema específico.
Es de interés la sala número 1, la más amplia de las cinco. Sobre una de sus paredes interiores, curvada y revestida con mortero de cal, se proyecta un vídeo de unos diez minutos que explica la evolución de las fortificaciones de la ciudad desde el siglo XIII hasta la actualidad. La otra pared de la caserna acoge, en paneles, la evolución paralela de la ciudad y sus murallas desde antes de 143 hasta la construcción de las defensas exteriores, ya en el siglo XVIII, haciendo especial mención a portales y baluartes. 
Para llevarse un recuerdo de la visita, el museo ha montado un punto de consulta en el que tras resolver un pequeño juego mandan a una dirección de correo un diploma acreditativo, y unas figuras con las que hacerse fotos:


También es interesante subir a la plataforma de artillería, completamente reconstruída y dotada de paneles informativos:




Además en ella encontramos una pieza sobre una cureña reconstruída acompañada por la efigie de un artillero.



En la parte exterior podemos apreciar detalles de las aspilleras que guardaban la puerta, del lado de la muralla:


Para más información, se puede consultar la web www.murallasdepamplona.com, en la que se detallan horarios, precios y actividades.

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